Foto de Carolina Heza en Unsplash
Cuando estaba apaciguada por mi mirada estallabas como bomba de fuego saturada, y yo tomaba con mi mano tus fuertes pómulos para allanar aquellos sentimientos.
Nos volvemos dueños de la desdicha cuando permitimos que otros objeten nuestras verdades, realzamos la luz del centro del corazón cuando hablamos con la verdad que ahí habita. Los hechos que existieron cuando la paredes de la virtualidad opacaba la mirada de los otros.
Aún me siento dueña de la mediumnidad, la magia se encuentra a los alrededores mientras los espíritus hablan la desdicha de haber vivido cerca de seres mórbidos. Fui testigo unos días, mientras intentaban dormir mis poderes luego de haber intentado huir de una crueldad masculina. Finalmente era necesario huir de las fuertes represalias humanas al desconectarme un poco de mi magia y conectar con aquella realidad que esconden los ojos perturbados por el odio y venganza.